«The only way to understand life is to look at the protein«
Con esta frase llena de significado nos deleitaba el profesor Robert Huber,que asistió al Congreso Anual de Biotecnología, celebrado en Salamanca en Julio. Fue todo un honor contar con su presencia en la conferencia de clausura donde nos ilustró las bases de su trabajo. Frases, como la que encabeza este artículo, cuyo significado no es meramente literal, sino que viene a decir que para entender algo grande, hace falta entender de lo que está compuesto y así poder tener explicaciones. Que en eso se basa la ciencia:En resolver cuestiones y plantear muchas otras.
También nos habló directamente de la Biotecnología. Según su opinión “sin biotecnología no hay futuro<”, y nos animó a seguir adelante y demostrar que nuestro trabajo tiene que ser parte obligada del presente para poder seguir creciendo.
Nacido en Múnich en 1937, el profesor Huber estudió química en la Technische Universitätat München, donde también obtuvo su doctorado. Desde 1972 ha sido miembro del Max Planck Gesellshaft y director del Instituto Max Planck de Bioquímica hasta su jubilación en 2005. Desde 1976 ha estado en la TUM como catedrático. Tiene diversos nombramiento como catedrático invitado en la Universität Duisburg-Essen (Alemania), the Cardiff University (Gran Bretaña), la Universidad Autónoma de Barcelona (España) y la Seoul National University (Korea). Es miembro del consejo científico de empresas farmacéuticas y és co-fundador de dos empresas, Proteros y Suppremol.
El Dr. Huber ha hecho grandes contribuciones en el campo de la estructura y función de macromoléculas biológicas. Ha estudiado proteasas y sus inhibidores naturales y sintéticos, metaloenzimas, proteínas del sistema inmunitario, proteinkinasas, etc. Además, ha contribuidoen el desarrollo de métodos de cristalografía de proteínas, métodos gráficos e instrumentos para la mejora de los cristales. Ha sido premiado condiversos doctorados honoris causa y cátedras honoríficas, además de recibir premios, incluido la medalla de Otto-Warburg, la medalla de Sir Hans Krebs, la medalla de Linus Pauling, el Premio de Max Tischler y en 1988 el Premio Nobel de química juntamente con H.Michel y J.Deisenhofer.
Pero lo más importante para nosotros es que un hombre con tan gran de trayectoria haya querido ser Socio de Honor de la Federación Española de Biotecnólogos, porque es una persona que cree en la Biotecnología y en su potencial en la sociedad.